Como he sido malo y me he tirado tanto sin actualizar, hoy vengo con dos entradas, que llega el buen tiempo y hay que tener buenas ideas para beber.
Esta vez no es un juego en sí, sino una manera de jugar. Se puede hacer con cualquier cosa, y comenzaremos con un cigarro, ya que últimamente está bien visto fumar. Se pone todo el mundo en círculo, y se va pasando el cigarro de izquierada a derecha (o viceversa, da igual), dándole una calada cada jugador. No se puede tirar la ceniza, y al que se le caíga (O el que tenga el impulso de sacudir el cigarro con el dedo), pues bebe.
Pero ya os digo, esto, con lo que tengáis a mano o se os ocurra. Una carta, humedecida en los labios (es decir, pegada por la parte plana, no sujetándola por el canto), que se tiene que ir pasando, y bebe el siguiente, o el típico del hielo (hay variantes en las que se exige contacto labial!, degenerados!), un regaliz que, a la vez que pasas al siguiente, tienes que quedarte un poco del regaliz (en este bebes si acabas con el regaliz, si se cae,...).
En fin, imaginación (y utilitarismo) al poder
No hay comentarios:
Publicar un comentario